7/25/2014

El Roba Panties Vuelve Al Ataque


Amanecí con una fiebre de gallina y decidí tomarme un día de calzón quita’o. En pantaletas, sin peinarme, viendo de esos programas de televisión que embrutecen, sacándome pelusa del ombligo y limpiando la nevera a.k.a. comiéndome todo lo que encuentro.

Durante toda esa retahíla de actividades importantes aproveche para escribir varias de las cartas que Mr. B me dice que escriba. Ven, cuando me voy en uno de mis viajes protestando por algo Mr. B me responde con un “mándale una cartita” mientras me da una mirada de “tú tienes que estar jodiendo”.

Esta semana le tengo cartitas al secretario de educación para que le revoque el diploma de cuarto año y escuela intermedia a todos esos que escriben “grasias”, “ermoso”, “acia” entre otras barbaridades. También le tengo una carta al mesero del restaurante para que no insista en ponerme los cubiertos directamente sobre la mesa que acaba de limpiar con un trapo sucio. (Mr. B me dijo que era la hermana perdida de Larry David- google it! Yo le dije que si estuviera escribiendo todas mis excentricidades ya sería famoso).
Entre carta y carta recordé algo que Mr. B me había mencionado la noche anterior ya cuando yo estaba más allá que acá. ¿Nunca te ha pasado? Que te dicen o se te ocurre algo cuando estas en duerme vela y cuando te despiertas no lo puedes recordar. 

Que mala pata cuando tienes uno de esos momentos ¡AJÁ! Una idea genial, la solución para todos tus problemas y cuando te despiertas- nada de nada. Seguramente en ese estado he descifrado todos los misterios del universo. La cura del cáncer- esta que está aquí la descubrió, pero no la pudo recordar cuando despertó. 

Volviendo al tema. Recordé que Mr. B me dijo que alguien andaba robando panties en las tiendas de departamento. El famoso roba panties vuelve al ataque. ¡Yo ya lo daba por muerto!

El Roba Panties es una criatura legendaria que ha estado aterrorizando barrios y dejando a doñas con la pámpana al aire desde los tiempos de María Castaña. Testigos describen al Roba Panties como una criatura delgada, de alrededor 5'6" de estatura, pelo rizo negro, extremidades y uñas largas, labios gruesos, dientes filosos y con ojos grandes que parecen brillar en la noche. Basado en esa descripción yo me tome la libertad de crear un boceto y lo envié a todos los cuarteles de la isla. No me cabe duda de que el Roba Panties se ve así:


Mi primera experiencia con el Roba Panties fue en el 1986. Recuerdo que mami andaba con una cantaleta por toda la casa porque no podía encontrar sus blumes Leonisa. Los blumes Leonisa eran como el Lamborghini de todos los blumes. A diferencia de los de Me Salve, los Leonisa eran una gran inversión que prometía un abdomen plano y nalgas que desafiaban la gravedad. Cuando mami me preguntó si los había visto yo le dije que no y añadí que a mí me faltaban mis favoritos de Care Bears. Mi hermana se unió a la conversación para decir que a ella también le faltaban unos cuantos y luego de hacer inventario llegamos a la conclusión de que a todas las féminas de la casa le faltaban 3 o cuatro panties. 

Una hora más tarde ya todas las vecinas del barrio se encontraban reunidas en el patio de mi casa. En una algarabía discutían lo acontecido y enumeraban sus pérdidas- los blancos de encaje, los azules cómodos del día a día, los rojos candentes para esa ocasión especial. De vez en cuando el alboroto se transformaba en susurro cuando discutían la lista de sospechosos. Yo nunca había presenciado algo así en el barrio.   

 Era una cosa extraña, como un presagio al desmadre que estaba por venir. De inmediato los hombres se inflaron como sapo concho y confrontaron al bobo del barrio. Este lo negó todo pero como quiera le dieron unos cuantos estrujones por eso de sacar mollero. Mientras tanto las mujeres tendían las pantaletas por las esquinas de la casa con miedo de que se les esfumaran en cualquier instante. Pero la cosa empeoró. 

Las borracheras y noches de parranda ahora terminaban como el rosario de la aurora. La paranoia invadió al barrio y comenzaron a sospechar los unos de los otros. Se miraban atravesados de balcón a balcón intentando reconocer algo que los delatara.  Pero luego de varias semanas tumultuosas de peleas, señalamientos y riñas familiares las cosas regresaron a la relativa normalidad que puede tener un barrio en el centro de la isla. 

Con el pasar de los años el Roba Panties siguió dando tumbos, unas veces en pueblo otras en otro. A veces pasaban meses sin escuchar de esa criatura temerosa y de momento -pacatún- regresaba con toda su furia dejando a un barrio entero con la tarántula a la intemperie. 

Pero ya al final el Roba Panties era parte del barrio y si no aparecía hasta lo extrañaban. Las doñitas regocijadas adornaban los patios de sus casas con tendederos repletos de pantaletas de colores tal cual si fueran banderitas de plegaria tibetanas. Estas se ofendían cuando les llevaban las pantaletas a unas y no a las otras. "Ni que las pantaletas de Juana fueran mejores que las mías." Escuche rumores de vecinas que se robaban sus propios panties para sentirse incluidas y creo que en un momento hasta consideraron añadir historias del Roba Panties a los libros de "Del Pueblo al Campo". 


En el 2009 salió una noticia de que habían arrestado al Roba Panties en Orocovis. Aparentemente lo encontraron con un arsenal de pantaletas que le había robado a una vecina. De buenas a primera yo sabía que él no era el verdadero Roba Panties y que tenían tan solo un imitador. 

Primero, él no se parecía en nada al boceto que yo cree. Segundo, el modus operandi del Roba Panties es dejar al menos a medio barrio sin pantaletas y no tan solo a una persona. Esto me sonaba mas a una chillería nebulosa que otra cosa. Pensé en reportar mis hallazgos al cuartel pero desistí cuando recordé que en mi última visita me advirtieron que si regresaba con otro de mis bocetos me lo iban a poner de enema y me iban a mandar para psiquiatría y a ese lugar yo no tengo ningún interés de regresar. Pero el tiempo me dio la razón cuando el Roba Panties siguió haciendo estragos mientras el hombre de Orocovis estaba tras las rejas.

Fuera de broma, la noticia de que el Roba Panties esté desfalcando  tiendas por departamento me tiene muy preocupada. No puedo negar que a través de los años le he cogido cierto cariño al Roba Panties y el que se esté metiendo a Victoria's Secret es realmente inquietante. Mi teoría es que el pobre anda por ahí muerto de hambre y a punto de morir.

Analicemos la evolución de los panties. Antes eran grandes como toldos de FEMA y daban para desayuno, almuerzo y cena. Pero ahora lo que se usa son gistros y estos se le quedan en una muela. La evolución de los panties ha afectado negativamente al Roba Panties y la falta de comida lo tiene raquítico y mal nutrido. ¡Esta en peligro de extinción! Para colmo la mayoría de la gente tiene secadora de ropa. Le están poniendo la cosa bien difícil-¿de donde se supone que se robe los panties? Con razón el pobre tiene que meterse a Victoria's Secret  y pues claro que se tiene que robar 200 panties, si esos gistros no dan para nada. Peor aún, ahora está en auge andar por ahí comando, porque es preferible que te vean la pájara a que se te noten las líneas del panty por encima del vestido. Te digo, hambruna total.

Así que yo hago un llamado a todas las mujeres de la isla- NO DEJEMOS MORIR AL ROBA PANTIES. Es parte de nuestro folclore y nos identifica como pueblo. Desempolvemos los tendederos, luzcamos con orgullo esos blumes grandes que llegan hasta el cuello, Salvemos al Roba Panties.