6/28/2014

Pensamientos Pasajeros Entre Noticias de Lisa M y Carlitos Colón



Hace poco estaba poniéndome al día en los últimos acontecimientos de puertorrilandia, porque no hay mejor tema de conversación para la hora de la cena  que discutir si a Lisa M la debieron botar o no del restaurante por estar intercambiando saliva con la jevita, cuando vi la noticia de la inducción de Carlitos Colón al Salón de la Fama del WWE. En ese momento recordé los detalles de una pelea interna que me libre días antes y de la cual todavía cargo heridas emocionales. 

Fue una batalla campal, violenta y descomunal. La perdí quedando con sentimientos encontrados de placer y agonía.   El causante de la pelea interna-un pastel. No de esos dulces que se deshacen en tu boca. Sino los que vienen envueltos como un regalo celestial; encerrando sorpresas de carne, chulerías y al menos 500 calorías. Con esa pelea entre cuero y carne me tire de pecho y al final tan solo los residuos de grasa en los pliegues de la boca quedaron como evidencia de lo acontecido. 

La yunta haciéndome ojitos. ¿Quién puede resistirse?


Ya llevo algunos meses afan’á a eso de ser saludable. Quizás sea tan solo un “midlife crisis” o quizás estoy tratando de recuperar los años y neuronas pérdidas durante las bebedera y juerga de mi juventud.  Sé que el daño ya está hecho, pero qué más dá.  Al menos no me ha dado con remozarme,  he irme a beber cerveza con sorbeto a Guavate~porque esa bemba color'á no se puede dañar pegándole el pico a una medalla . 

Aquí el despliegue de los sucesos:

-Aquí huele a navidad

-Sia la madre, ¿quién hizo pasteles?

-No mires la olla, ¡no la mires! Síguelo de largo.

-Aunque un pastelito no le cae mal a nadie, yo soy puertorriqueña y pues hay que seguir la tradición.

-Que tradición ni que diablos, si estamos en junio. No estamos en las navidades donde te dirás un toldo por encima con par de bufandas y nadie nota la panza. Repite junto a mí- BIKINI. 

-Pero si corro par de millitas por la mañana ese pastel no va hacer ni mella. Además, yo acumule par de puntitos con la pechuguita con arroz integral que me comí de almuerzo.

-Que puntitos ni ocho cuartos, ni que estuvieras jugando domino. El chicho, recuerda el chicho. Ese mismo que te estabas pinchando esta mañana frente al espejo. 

-Coño pero se ven bien buenos. Con 500 sentadillas quemo ese pastelito. 600 me imagino que 600.Yo puedo hacer 600 abdominales.

-Ja,ja! Ese chiste esta bueno. ¡Cómico, comiquísimo!

-¡Esto es bullying, un abuso lo que tienes conmigo!. Que tú no me mandas y yo me como lo que me salga del forro-eso si tuviese forro-. En esas se levanta, se sirve dos pasteles, sin kétchup porque eso de echarle kétchup a un pastel debería ser el octavo de los pecados capitales, y los devora lentamente como un león se devora su presa luego de una cacería extenuante.   

Y así fue que perdí la batalla con pastel. Una batalla que estoy seguro el Capitol Sport Promotion estaría orgulloso de auspiciar y que el mismo Carlitos Colón reconocería como el encuentro del siglo.

1 comentario:

  1. Tremendo! Creo que todos en algún momento nos hemos echado una lucha con un pastel o un cuerito de lechón.

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